LA HORA DE CUIDARTE ES AHORA
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TU PRÁCTICA CONSCIENTE Y TRANSFORMADORA.
Clases de Yoga
Hatha: Presencia. Equilibrio. Vitalidad.
Hatha es el nombre que recibe el yoga más tradicional.
La palabra Hatha se compone de dos sílabas: HA, que significa sol, y THA, que significa luna. Este nombre representa el equilibrio fundamental entre dos energías opuestas pero complementarias: la fuerza y el esfuerzo (sol), y la relajación y la calma (luna). Por eso, el Hatha es una práctica completa que busca armonizar fuerza y relajación.
El Hatha es una práctica adaptable a todas las personas, niveles y edades. Es ideal para contrarrestar el sedentarismo y reducir el estrés, trabajando bienestar físico, claridad mental y calma emocional a través de posturas físicas, técnicas de respiración y meditación.
Yin Yoga: Suavidad. Quietud. Profundidad
Es una práctica suave, meditativa y profunda que trabaja el cuerpo y la mente desde la quietud. A diferencia de otros estilos más dinámicos, en Yin Yoga mantenemos las posturas de manera pasiva durante varios minutos, permitiendo que los tejidos conectivos (fascias, ligamentos y articulaciones) se descompriman y se fortalezcan gradualmente.
A nivel físico, ayuda a mejorar la movilidad, liberar tensiones y equilibrar el sistema nervioso. A nivel emocional, favorece la introspección y la calma mental. Se ha llegado a definir el yin yoga como el “yoga de la felicidad” y está especialmente recomendado para las personas que buscan una práctica restaurativa, consciente y transformadora.
Vinyasa: Moverse con intención. Respirar con profundidad. Vivir con presencia.
Vinyasa Yoga es una práctica dinámica, energética y fluida. Es ideal para mantenerte en forma sin impactos. Favorece la fuerza, la flexibilidad y la concentración, al tiempo que despierta tu energía interna y empoderamiento.
Es una forma de meditación en movimiento que revitaliza cuerpo y mente: ambos se convierten en una herramienta de liberación y presencia, y cada postura fluye hacia la siguiente al ritmo de la respiración.
Aquí no se trata de hacerlo perfecto, sino de sentir: habitar tu cuerpo como ese espacio para la expresión auténtica y sin juicios, respirar con conciencia, activar tu atención plena y conectar contigo y tu expresión auténtica sin juicios.